Ultimamente he dejado de lado el League of Legends para unirme a la moda del Hearthstone. El juego aún está en beta así que no quiero precipitarme creando cartas para mis mazos, por eso estoy jugando casi todo arenas en vez de construido. He ido mejorando poco a poco, ganando experiencia tanto en las cartas que escojo como en las decisiones que tomo una vez dentro de la partida pero aún me cuesta mucho conseguir una buena puntuación. Ultimamente lo peor que consigo es 4-3, que no está nada mal teniendo en cuenta que al empezar me hice un par de 0-3 y algunos 1-3, y me surge una pregunta existencial ¿cuánto hay de suerte y cuánto de habilidad a la hora de jugar una arena?
Para empezar tenemos que elegir un héroe entre los tres que el juego nos propone, aquí ya hay un componente de azar porque no siempre vamos a tener disponible el héroe que mejor se nos da o el más op. A mi juicio con todos los héroes puedes hacer cosas más o menos decentes, la diferencia no es demasiado alta, aunque me parece que el brujo y el cazador están un poco por debajo de los demás mientras que el mago está por encima. Con el que más he jugado yo es con el chamán y lo que puedo decir es que lleva tiempo hacerse a un héroe, normalmente la primera arena que juegas suele darse mal si no estás familiarizado con las cartas y mecánicas.
Una vez elegido el héroe pasamos a elegir las cartas. Nos van saliendo en grupos de tres y aquí el componente de azar es mucho mayor. Existe una probabilidad bastante baja de que te salga algún grupo de tres de épicas, de hecho muchas veces no te sale ninguna (lo más normal), pero puede ocurrir que te salgan dos o tres, lo mismo con las legendarias. A parte, dentro de las comunes y raras que son las que van a formar la gran parte del mazo, hay cartas mucho mejores que otras, por lo tanto si tienes suerte y te salen las buenas repetidas ya tienes bastante ventaja. Pero no es todo suerte, hay que saber que coger, qué cartas son mejores y cuales son peores, cuál es la mecánica que vas a seguir y saber formar una baraja potente y balanceada. No se trata de coger siempre la carta que aislada sea mejor de un grupo de tres, hay que intentar mantener una curva de maná equilibrada, buscar una buena sinergia con el resto de cartas que hayamos escogido y en definitiva, que sea un mazo robusto con pocos puntos débiles.
Después a la hora de jugar te puede tocar contra héroes que van mejor o peor contra el tuyo, y esto si que es 100% suerte. Hay héroes que simplemente van mejor contra otros, y no podemos hacer nada, empezaremos con desventaja pero rezaremos para que nuestras decisiones a la hora de construir el mazo hayan sido mejores a las de nuestro oponente. Otro gran componente de suerte será las cartas que nos vayan saliendo durante la partida, pero en este caso la probabilidad de que nos salga una cosa que nos sirva está muy ligada a nuestras decisiones anteriores al construir la baraja, por eso creo que es muy importante mantener un buen equilibrio cuando hacemos los picks. Generalmente no es bueno que una baraja esté muy enfocada a una cosa pero le falte por completo otra, por ejemplo, si tenemos un montón de bichos pero nada de removal puede ser que no seamos capaces de quitarnos de enmedio alguna cosa desagradable que el oponente nos ha puesto.
Lo que no depende nada de la suerte son nuestras decisiones a la hora de jugar. Tenemos unos recursos que hay que usar sabiamente para conseguir la ventaja en la mesa y la cosa es más complicada de lo que puede parecer en un primer momento. Un buen conocimiento del héroe enemigo puede ayudarnos mucho a la hora de guardarnos algunos recursos y no ser impulsivos, además, si algo he aprendido, es que es muy difícil sobre ponerse tanto a una desventaja de cartas como a una desventaja constante en mesa, si nosotros siempre tenemos la iniciativa a la hora de intercambiar esbirros la cosa va bien. Pero no existe una regla universal que podamos seguir siempre, a veces hay que jugársela. He perdido partidas por enfocarme demasiado a limpiar su lado en vez de atacar al héroe o por obsesionarme con la desventaja de cartas. Esta parte es todo un arte y sin haberlo planeado me ha salido un pareado.
Aún así puede ocurrir que a pesar de haber hecho las mejores decisiones posibles en cada turno perdamos, por eso no hay que subestimar el factor SUERTE. Al fin y al cabo Hearthstone es un juego de cartas, y como en cualquier juego de cartas la dama fortuna está presente. Lo único que podemos hacer es mejorar nuestra habilidad para maximizar nuestras probabilidades de ganar.
El rincón de una gamer 